viernes, 20 de noviembre de 2015

Los vínculos humanos en un mundo fluido

Los vínculos humanos en un mundo fluido
por Lupita Camacho y Karen Campos 


Vínculos líquidos


Zygmunt Bauman nos habla de una modernidad líquida como una metáfora a algo cada día menos estable, en la actualidad vivimos en una sociedad que no cuenta con la solidez que se tenía anteriormente, vivimos en un mundo de consumismo, en el que todo se prefabrica para ser desechable: los trabajos, los objetos, las personas y por lo tanto cualquier tipo de vínculo o relación entre ellos. La diferencia entre un vínculo y un objeto, señala Bauman es:


“Rara vez se detendrán lo suficiente como para darse cuenta de que los vínculos humanos no son como las partes de motor: no suelen venir prefabricados, tienden a desintegrarse con rapidez si se los mantiene herméticamente cerrados y no son fácilmente reemplazables cuando ya no sirven”. (2004, pág. 173)

Bauman nos hace referencia a la falta de solidez de los vínculos humanos como uno de los problemas más importantes en nuestra sociedad.




Los vínculos de pareja


Los vínculos de pareja se ven afectadas debido a que vivimos en una sociedad de consumo y eso lleva a las personas a ver a los demás solamente como mercancía.
Mediante a la cosificación de las personas se están perdiendo los lazos, y los que había ahora se están destruyendo, debido a la facilidad con lo que se puede hacer ahora, por ejemplo la frase de “hasta que la muerte los separe” es muy difícil que se cumpla debido a que la pareja se vuelve una mercancía, deja de satisfacer necesidades a largo plazo y solamente es utilizado para satisfacer sus deseos de corto plazo, es ahí donde la frase “enamorarse y desenamorarse se puede notar la diferencia entre amor y deseo. 
El amor debe participar para la construcción debido a que si no es así se puede diluir, por ejemplo en una relación normalmente las pocas que duran son las que poco a poco se van construyendo, mientras que los noviazgos que van muy rápido, lo único que hacen es cosificar a la pareja y únicamente utilizarla para sus deseos. En los vínculos actuales se puede desechar a las personas tal como cuando compras una y otra cosa. Es por eso que ahora las personas les da miedo estar en una relación que dure porque lo ven como una inversión, y le temen al riesgo y eso les ocasiona nerviosismo e inseguridad de lo que pase después.
Ahora hay muchas parejas que se conocen mediante la tecnología, redes sociales por ejemplo y entablan lazos los cuales son muy fáciles de disolver con simplemente presionar un botón, a este tipo de vínculos Bauman la llama: de conexión, y el matrimonio está “pasado de moda.
Los vínculos de bolsillo en las que solamente se usan las personas por deseo sin que exista ningún lazo emocional, por ejemplo las personas dedicadas al servicio sexual, solo establecen vínculos de bolsillo.
No se quiere tener una relación duradera debido a que se teme el tener que depender de la otra persona.




Vínculos de amistad


Los vínculos de amistad se ven afectadas debido a todo lo virtual que ya hay.
Es difícil que alguien te ofrezca una amistad real, inclusive es difícil que hasta los vecinos te acepten bien, mientras que en las redes sociales en que alguien te acepte es muy fácil. Al igual que en las demás vínculos las personas son cosificadas y únicamente se ven como algo de lo cual se puede sacar algún provecho mostrándonos cómo el temor a establecer lazos más duraderos sigue ahí, ese miedo a que la persona con la que establezcan el lazo las abandone, o en algún momento se dependa de ella.
Se huye también de entablar lazos fuertes por no querer establecer un compromiso, no se crea un buen lazo de amistad debido al compromiso que requiere y que no se quiere entablar porque llegan nuevas oportunidades que les agradan más.


Vínculos familiares


El contacto con nuestro núcleo primario (mamá, papá, hermanos/as) es de los primeros vínculos de carácter afectivo que tenemos en nuestra vida, de la educación y los valores que aprendamos de ellos dependerá en cómo desarrollemos nuestros propios vínculos cuando llegue la adultez. La educación en general depende de muchos factores de los cuales destaca la cultura y la temporalidad en la que nos estamos desarrollando, el problema radica en esta sociedad, en este momento.
Zygmunt Bauman nos explica en su libro “Modernidad líquida” cómo ha ido cambiando la sociedad para convertirse en líquido, cómo todo de un momento a otro se hace desechable y eso lo podemos ver desde la educación, desde el consumismo que vivimos en los hogares en el presente: las madres prefieren ponerle a los bebés la televisión, o a sus niños darles celulares o tabletas con la finalidad de que se entretengan y no molesten o no interfieran con sus actividades, las cenas familiares no son más que televisión, Facebook y WhatsApp. Cuando un hijo pide ayuda de su madre o padre para hacer las tareas que se le piden en la escuela la madre o padre al estar viendo el fútbol/novelas le piden al niño que lo busque en Internet, es lógico están cansados de tanto trabajar todo el día para tratar
de trabajar en un empleo que no es estable cosa que afecta también a la estabilidad familiar. Los vínculos familiares con el paso del tiempo (y con la ayuda de nuevas tecnologías y cambios en la sociedad) se han ido deteriorando hasta tal grado que hay familias en las que los hijos ni siquiera conocen a sus primos ni a sus tíos, no saben de dónde vienen y eso dificulta a la larga que puedan convivir con más personas y establezcan vínculos fuertes porque ya no se les da ese ejemplo.



Conclusiones.

Podemos verificar como la teoría de Bauman sigue vigente en cuanto a los vínculos humanos en general, como se van deteriorando por diversos factores entre los cuales se encuentra el cambio social y por lo tanto cultural y de qué manera nos afectan y nos preocupan, porque queremos vínculos estables sin arriesgar nada, queriendo que la otra persona sea la que sacrifique todo por nosotros, queriendo amigos sinceros cuando nosotros no nos molestamos en serlo porque tenemos miedo a salir lastimados, a quedar mal, a arriesgar todo y solemos crear una barrera hermética en la cual no dejamos que nadie entre por lo que no nos permitimos establecer vínculo alguno, al menos no cara a cara, ya que solemos buscar esos vínculos en redes sociales, la cuestión sería preguntarnos si la modernidad líquida llego a nosotros o si nosotros la creamos.


Bibliografía.

Bauman, Zygmunt (2003). Modernidad líquida. México D.F: Fondo de Cultura Económica.

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