![](https://paulinaocariz.files.wordpress.com/2014/03/lluviaparagua.jpg)
A
continuación se hablará acerca del tema “Cuando los extraños se encuentran con
extraños” en el que se hará una breve explicación sobre el comportamiento de
las personas al encontrarse con extraños, cuáles son sus expectativas acerca de
estos encuentros, y la naturaleza social de estos fenómenos para después
abordar dos tipos de lugares públicos que a Bauman le pareció pertinente hablar
en su obra y que son lugares que podemos ver en la actualidad, lugares que
carecen de civilidad.
Según
Richard Sennett (1978) la ciudad es un “asentamiento humano en el que los
humanos tienen probabilidades de conocerse”. Sin embargo Bauman agrega que no
es que la relación entre estos extraños cambie, sino que comienzan como
extraños y después de este fortuito encuentro siguen siendo extraños, no es
como encontrarse a tu padre, tu madre, un amigo de la infancia, etc., más bien
es un desencuentro. No es que se encuentre a ese extraño y se retome el
encuentro pasado, no hablan de sus sentimientos y mucho menos de los sentimientos
de sus conocidos, ni siquiera existen experiencias o recuerdos en los cuales
basarse y continuar. Por lo general es un acontecimiento sin pasado y sin
futuro, el cual se evita para no tener que volverse a ver, es un breve momento
en el que se aprovecha el máximo de ese encuentro tratando de no postergarlo y
no dejarlo para otra ocasión. “En el momento del encuentro no hay tiempo para
ensayo y error, ni aprendizaje a partir de los errores, ni esperanza alguna de
tener otra oportunidad” Bauman (2003).
Sin
embargo para poder acoplarse a estas exigencias, es necesaria una habilidad a
la que se le denomina civilidad, la cual según Sennett protege a las personas y
permite que las personas disfruten de esa compañía, es como ponerse una máscara
con la que se protege de los sentimientos, las situaciones de poder, pero sobre
todo de proteger a los demás de la carga de uno mismo; esta condición debe ser
recíproca para no interferir con asuntos ajenos y sobre todo para que esta
generosidad sea aplicada de igual forma con uno. La civilidad por lo tanto no
puede ser individual, es una característica del entorno social.
![](https://crisibanezlera.files.wordpress.com/2013/09/desconocidos_linkedin.jpg)
La práctica de la civilidad necesita de espacios en los
cuales las personas puedan actuar como “personæ publica” según
Bauman, sin que se le obligue a quitarse la máscara y revelar información más
profunda mostrando un compromiso para no relacionarse con otros para estar
solos y dejar solos a los demás. En las ciudades se encuentran dos categorías
de espacios públicos que distan mucho de los modelos ideales del espacio civil.
1. Bauman
pone el ejemplo de La Défense como la primera categoría de lugares públicos
urbanos, sin embargo para nada civil. Es un desierto urbano que inspira respeto
pero no la permanencia en el lugar, los fantásticos edificios se imponen en ese
paisaje, sin embargo están ahí para ser admirados, no para que las personas
entren en ellos, revestidos de cristal espejado mantienen un anonimato e
impenetrabilidad inexorables, haciendo que quien las mire se sienta como
aquella construcción. No hay árboles ni bancos, a excepción de unos que se
encuentran sobre una plataforma y que sólo sirven para que las personas se
sienten a tratar aspectos importantes. La única concurrencia de personas en
este lugar es a las horas en las que llega el tren y las personas se disponen a
subir o a bajar y trasladarse a sus destinos.
![](https://upload.wikimedia.org/wikipedia/en/f/f4/La_Grande_Arche_de_la_D%C3%A9fense_and_the_Yaacov_Agam_Fountain_(1977).jpg)
2. La
segunda categoría según Bauman tampoco
es civil y está destinada a hacer consumidoras a las personas. Según Liisa
Uusitalo (1998) “Los consumidores suelen compartir los espacios físicos de
consumo como salas de concierto o exhibición, sitios turísticos, de actividad
deportiva, shoppings y cafeterías sin mantener un tipo de interacción social.”
Estos actores al participar en una misma actividad instan a la acción y no a la
interacción, ya que si se hace esta última distraen mental y físicamente a los
consumidores de sus tareas, por esto Bauman afirma que no hay una colectividad
en estos lugares, a pesar de estar llenos de gente. En estos lugares los
encuentros tienes que ser muy breves, en estos lugares hay orden para que el
enfoque del consumidor no sea desviado; las personas no se reúnen a platicar,
ellos mismos son su mejor compañía.
¿Crees que estos lugares han sido producto de necesidades
que se han presentado o es que nosotros ya no somos tanto ese ser social?
¿Reconoces algún lugar parecido a los que se hablaron anteriormente?
¿Consideras que esta situación favorece a las personas en la actualidad?
Millones de preguntas pueden surgir a la mente del lector, sin embargo cierto
es que las relaciones sociales ya no son las mismas que hace tiempo y no solo
lo vemos en nosotros si no en las construcciones que nos rodean.
Este último vídeo nos ayudara un poco más a entender el como Bauman veía a esta modernidad líquida.
Bauman, Zygmunt. (2003). Espacio/tiempo. en Modernidad líquida (102 - 106 p). Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
¡Wow, me encantó! Muchas gracias por expresar el punto de vista que tuvieron de ese tema. La verdad es que me ha ayudado mucho a comprenderlo. Se merecen un mundo, muchas bendiciones.
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