viernes, 20 de noviembre de 2015

Divididos, compramos.

“Divididos, compramos”
Por Gómez Garnica Karla y González Lozada Wendolin

En el siguiente escrito se analiza la visión de Bauman referente a “Divididos, compramos” tema perteneciente a su libro “Sociedad Liquida”.

Este tema habla sobre la tendencia que las personas han tomado respecto a considerar  la vida como una salida de compra y venta, donde aspectos materiales o inmateriales son sometidos a un juicio de valor consumista.
                                  
Actualmente las personas han dejado de pensar en lo que en verdad significa satisfacer sus necesidades básicas y biologías, se han dejado llevar por el consumismo. Un ejemplo de esto como su sólido (estar en libre albedrío) ha pasado a ser  un líquido (debido a estar sometidos al mercantilismo, comercio y publicidad).

La clase de libertad que una sociedad “consumista” ha brindado a otros individuos  es el ofrecimiento de múltiples opciones para consumo y que desarrolla en el individuo cierta capacidad de tratar decisiones vitales como simples opciones de consumo. Se tiende a considerar a la vida como un depósito de productos que hemos consumido, pero desechado debido a que la satisfacción tiende a agotarse y perderse.
                                                           
Las personas consideran que estar en completa libertad es salir de  compras, derrochar dinero  y dando a profusión las ofertas que son las que llevan a sentir placer, satisfacción  y de cierta manera a proteger su persona y sus relaciones.
Tener recursos significa tener libertad de elegir, pero se debe aceptar y soportar consecuencias desagradables de una mala decisión, cuando al seleccionar a una persona cualquiera para conformar el entorno de otra, en algunas ocasiones se llega a tomar medidas drásticas como cambiar de identidad o delimitar vínculos con todo lo que complementaba una personalidad, como ocasionar inseguridad.

El sexo plástico, el amor confluente y las relaciones puras son consecuencias o efectos secundarios de la libertad que poseemos a elegir, son aspectos consumistas en relaciones de pareja reflejados a esta tendencia de elegir libremente.

En conclusión, salir de compras y caer en el consumismo son empleados como instrumentos que expresan la redistribución de la libertad, las personas para ser aceptadas suelen dejarse llevar por deseos propios o por la influencia externa que reciben, duran poco tiempo y que solo llaman la atención porque son relacionadas con deseos, placeres y sensaciones seductoras, que cuando no se cumplen llegan a generar conflictos.

Bauman considera que las necesidades que alguna vez fueron “solidas” ahora se han vuelto “liquidas” debido a que la libertad que goza un individuo ha influido en nosotros creando consecuencias que implican en gastos innecesarios, lo que antes se consideraba como valioso, ahora ha perdido valor total.
Debido a esto lo sólido se ha hecho cada vez más volátil.

Bibliografía.

Bauman, Zygmunt (2003). Modernidad líquida. México D.F: Fondo de Cultura Económica.

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